"Lo que importa de ahora en adelante es realmente hacer cambios significativos, presentar esos cambios y sentar las bases para que Estados Unidos sea fuerte durante un siglo, durante siglos, para siempre", dijo Musk desde el mismo escenario.
Durante su intervención, Musk agradeció a los partidarios de Trump por su apoyo en el regreso del republicano a la Casa Blanca.
"Gracias a todos, el futuro de la civilización está asegurado", afirmó el empresario. Al concluir sus palabras, se golpeó el pecho y levantó el brazo derecho en el aire en dos ocasiones, provocando reacciones inmediatas por la similitud del gesto con el saludo prohibido en países como Alemania y Austria debido a su asociación con el nazismo.
El fundador de SpaceX asumió un nuevo rol como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), creado por Trump para reducir el gasto público. Durante el mitin realizado en el estadio Capital One Arena, Musk destacó: "¿Se imaginan lo maravilloso que será que los astronautas estadounidenses planten la bandera en otro planeta por primera vez? ¡¿Qué inspirador sería eso?!", mientras simulaba plantar banderas en Marte.
Musk añadió: "Llevaremos DOGE a Marte", aludiendo tanto a su nuevo cargo como al planeta rojo, objetivo prioritario de su compañía aeroespacial.
Pero el momento polémico llegó al final de su intervención, cuando el empresario dijo: "Mi corazón está con ustedes", levantando el brazo hacia el cielo. Usuarios en redes sociales y algunos medios compararon el gesto con el saludo nazi, generando fuertes reacciones en Internet.