"Aguas libres de producción de salmones": el encuentro que convocó a la comunidad en Ushuaia
14:56 | Se proyectaron cortos documentales y se reflexionó sobre las nuevas iniciativas para instalar salmoneras en aguas abiertas. La jornada contó con una sopa de Lino Adillón, la proyección de documentales y un fuerte debate sobre la importancia de proteger los mares de la instalación de salmoneras en aguas abiertas.
Noticia publicada jueves, 25 de julio de 2024 porCritica Sur.Tiempo de lectura: 3 minutos (515 palabras)Critica Sur
El sábado por la tarde, la Casa de la Cultura de Ushuaia se llenó de gente de distintos ámbitos, inclusive de la comunidad científica y académica y de la Legislatura fueguina bajo el lema “Aguas libres de producción de salmones”. La jornada contó con una sopa de Lino Adillón, la proyección de documentales y un fuerte debate sobre la importancia de proteger los mares de la instalación de salmoneras en aguas abiertas. La jornada lluviosa no desalentó a las personas comprometidas con la causa y contó con la ya tradicional “sopa de los canoeros” de la mano del reconocido chef Lino Adillón, mientras se proyectaron distintos cortos, noticias de impactos de la industria en otros países e imágenes submarinas que contrastaron la belleza del Canal Beagle con aquellas de la contaminación de la industria salmonera. Luego de las proyecciones, los asistentes participaron en un conversatorio sobre las nuevas iniciativas que buscan permitir la salmonicultura en la región. Durante las charlas se expusieron argumentos ambientales, sociales y económicos con el fin de sostener la decisión tomada en el 2021. Adrián Schiavini, científico del CADIC-CONICET, explicó los efectos nocivos de la salmonicultura en el medio marino, enfatizando que la industria opera lejos de los centros poblados, para ocultar sus impactos: “Lo que necesita la industria es criar mucho en poco espacio y en poco tiempo. Esa comida, la mayor parte, termina en los fondos marinos, matando el ecosistema marino”, advirtió Schiavini. Silvina Romano, economista y docente de la UNTDF, reflexionó sobre el debate muchas veces simplificado “no sé si es acuicultura sí o acuicultura no, sino qué tipo de especies, qué tipo de modelos y qué tipo de controles y fiscalización y para eso también se necesita un Estado provincial con capacidades para poder hacer la fiscalización y control de la actividad para que se cumpla la normativa”. Por su parte, Lino Adillón aprovechó la ocasión para promover la conversación sobre la protección del mar, utilizando la comida como un medio para reunir a la comunidad: “Es una excusa para juntarnos a hablar de la defensa del mar. Juntamos a tomar una sopa y hablamos de proteger el mar”, expresó el chef. El evento organizado por el colectivo #NoALaSalmoneras resaltó la importancia de mantener las aguas de Tierra del Fuego libres de la producción de salmones, una práctica que podría tener graves repercusiones económicas, sociales y ambientales. La participación activa de diversas voces comunitarias, políticas y científicas subraya la necesidad de un esfuerzo colectivo para preservar los ecosistemas marinos. La Ley 1.355, que regula el modelo productivo de la salmonicultura, fue fuertemente celebrada por su mirada de desarrollo sostenible: protege el mar y las actividades culturales y económicas que de él dependen. Así mismo, la ley permite otros métodos de cultivo de salmón, pero en tierra. Como expresó Adillon “si el mar está feliz, nosotros también”.