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La Armada volvió a operar en la Antártida tras 51 años

13:53 | Un TC-12B Hurón de la Escuadrilla Aeronaval de Vigilancia Marítima voló desde la Base Aeronaval Río Grande a la Base Antártica Conjunta Petrel.

Critica Sur

Por primera vez, luego de medio siglo de ausencia de vuelos navales, un avión Beechcraft B-200 Huron de la Aviación Naval aterrizó en la remozada pista de la base antártica Petrel. La aeronave numeral 1-G-49 perteneciente a la Escuadrilla Aeronaval de Vigilancia Marítima partió de la Base Aeronaval Río Grande y en horas de la madrugada aterrizó en Petrel, permaneció alrededor de una hora, repostó combustible en la instalación antártica y regresó al continente. La meteorología evaluada al detalle se cumplió y el avión al mando de los pilotos navales, capitán de fragata Ricardo Schroeder, capitán de corbeta Hernán Martínez junto con los mecánicos, suboficial primero, Roberto Suárez y suboficial segundo, Rolando Segovia efectuó la aproximación y rodó en un regreso histórico a una pista que antaño fuera la Estación Aeronaval Petrel. La planificación del vuelo organizada por el Comando de la Aviación Naval y el comandante Conjunto Antártico, comodoro de marina, Maximiliano Mangiaterra incluyó un cuatrimotor Orion P-3C que acompañó durante toda la travesía el vuelo del Huron. Esta aeronave de apoyo que tiene capacidades de exploración marítima y rescate, sobrevoló la pista, los pilotos hicieron reconocimiento del terreno y vías de aproximación, preparativos para operar allí a futuro. En junio pasado la pista respondió sin problemas al primer aterrizaje de un avión de porte medio, el SAAB 340 numeral T-34 de la Fuerza Aérea, un antecedente para recibir aparatos más pesados como el C-130 Hércules y el Orion P-3C de la Aviación Naval. Desde principios de 2024 la construcción y remodelación de la pista existente concluyó en una cinta de 1600 metros de largo por 40 de ancho, y una auxiliar en preparación de 1.200 metros, se ha terminado la construcción de los hangares y terminales de carga. El aviso ARA Puerto Argentino, primer buque que zarpó la semana pasada para la campaña antártica hace su primera escala en Petrel, desembarcará materiales destinados a la ya avanzada construcción de la casa de 2.244 metros.La Aviación Naval pionera en ese confín antártico operaba en el destacamento en la década del 60 con aeronaves monomotor Pilatus Porter, DHC-2 Beaver y en el último vuelo cumplido en 1973 un bimotor DHC-6 Twin Otter. El avión es del lote de 14 aparatos adquiridos usados a los Estados Unidos que gestionó la Fuerza Aérea Argentina de los cuales dos se asignaron a dotación de la Aviación Naval.