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En Tierra del Fuego quedarían solo 217 trabajadores en las textiles

El presidente de la Cámara Fueguina de la Industria Nacional (CAFIN), Alberto Garófalo, advirtió sobre el difícil panorama que enfrentan las textiles en Tierra del Fuego, luego de la exclusión de varias empresas del subrégimen industrial. Según datos recientes, el sector textil y confeccionista, que en julio empleaba a 687 trabajadores, podría reducirse drásticamente a 217 puestos, afectando directamente a 470 empleados. En diálogo con el programa Buscando el Equilibrio de Radio Provincia, Gar

Minuto Fueguino

El presidente de la Cámara Fueguina de la Industria Nacional (CAFIN), Alberto Garófalo, advirtió sobre el difícil panorama que enfrentan las textiles en Tierra del Fuego, luego de la exclusión de varias empresas del subrégimen industrial. Según datos recientes, el sector textil y confeccionista, que en julio empleaba a 687 trabajadores, podría reducirse drásticamente a 217 puestos, afectando directamente a 470 empleados. En diálogo con el programa Buscando el Equilibrio de Radio Provincia, Garófalo explicó que las empresas excluidas son las más grandes y las que mayor cantidad de personal ocupaban. “De no revertirse esta decisión del gobierno nacional, nos enfrentamos a un duro golpe para el sector”, sostuvo. De las cinco empresas textiles excluidas, Garófalo indicó que una ya no tenía actividad, mientras que dos fueron excluidas deliberadamente por haber iniciado juicios contra el Estado, a pesar de solicitar la prórroga del régimen al mismo tiempo. Las otras dos empresas afectadas, Fabrisur y Australtex, que son las mayores del sector, han enfrentado problemas relacionados con cuestiones tributarias y aduaneras, lo que ha generado su exclusión del régimen. “Fabrisur asegura no tener deuda exigible, y presentó certificaciones de un contador independiente, pero la AFIP no emite el certificado solicitado por el gobierno. Australtex, por su parte, enfrenta un tema aduanero que se está discutiendo en la faz administrativa”, explicó Garófalo. Las empresas excluidas enfrentan la ejecución de garantías, ya que operaban bajo un seguro de caución. Garófalo señaló que esto afectará no solo a las fábricas fueguinas, sino también a la cadena de valor en el continente, que depende de los productos textiles de Tierra del Fuego. “Las empresas sabían a qué se exponían, pero nadie pensó, por lo menos en el caso de Fabrisur y Australtex, que iban a quedar fuera del régimen. Ahora se verá interrumpida esa provisión y esto también afectará a empresas del continente”, indicó. En cuanto a las acreditaciones, mencionó que en la reunión de la comisión del área aduanera especial realizada ayer, se aprobaron las acreditaciones de las empresas que consiguieron la prórroga y se rechazaron las de las excluidas. “Las autorizadas a continuar son Hilandería Fueguina, Armavir, Varisur, Blanco Nieve y Cordonsed. También fue autorizada Textil Río Grande, pero la empresa ya cerró sus puertas”, agregó. Garófalo hizo una revisión de la historia de discriminación que han sufrido las textiles desde su radicación en la isla, con políticas que favorecieron a otros sectores industriales. “CAFIN viene planteando desde 2021 la discriminación de las textiles, que no tiene ningún fundamento. La discriminación no termina acá, porque necesitamos que la AFIP dictamine cómo se pagará el 2,3% acumulativo. Si se decide que es un monto fijo no actualizable, el futuro de las textiles termina en ese momento”, advirtió. El futuro de los trabajadores es uno de los temas más preocupantes. Garófalo advirtió que si no se revierte la exclusión de las cuatro empresas, se perderán 470 empleos directos, quedando solo 217 trabajadores, muchos de ellos con años de antigüedad en el sector. “Todo el sector textil y confeccionista tenía 687 empleados en julio. Si se mantiene firme la decisión de excluir a estas cuatro compañías, estamos perdiendo 470 puestos de trabajo en forma directa. Quedarían 217 trabajadores nada más”, señaló. Finalmente, Garófalo mostró esperanza en la capacidad de reconversión del sector hacia nichos como las autopartes o componentes para la industria electrónica, mencionando que Tierra del Fuego podría convertirse en un centro de producción para proyectos nacionales estratégicos como los del INVAP. “Tenemos personal muy entrenado y una experiencia de 40 años que no hay que desaprovechar. No necesariamente tiene que pasar por el cierre de fábricas, sino llegar a una reconversión con las fábricas adentro”, concluyó.