«El desembarco», una obra para reflexionar sobre el pasado
Una vez más el grupo de teatro independiente Lo-eventual demostró cómo el teatro, una disciplina ancestral, viene a poner en valor el trabajo comunitario y a conmover a una sociedad atravesada por tantas historias de sueños, trabajo, esfuerzo y sacrificio, como fue en su momento la llegada de las familias de italianos en el 48’y el 49’.
Noticia publicada domingo, 3 de noviembre de 2024 porEl Sureño.Tiempo de lectura: 6 minutos (1087 palabras)El Sureño
USHUAIA.- En un día parcialmente nublado el muelle de la Armada fue por segunda vez el espacio escénico de un acontecimiento único e histórico en la ciudad “El desembarco”, un puñado de habitantes de la ciudad, de otros lugares del país y del extranjero, hicieron realidad el sueño de honrar a quienes nos precedieron en este camino de la vida.
Mauricio Flores, director de la intervención teatral, decía al grupo de personas que asumieron el rol de actores: “hoy no vinimos a entretener al público”. Asimismo, les remarcaba: “no venimos a hacer ‘como si’… ‘somos’ esos hombres, mujeres y niños que atravesaron el mar en busca de un sueño… no venimos a divertir a la gente… vinimos a realizar un acto sagrado de honrar a nuestros ancestros”.
El año pasado se había efectuado el festejo de los 75 años de los primeros italianos. Este año, el motivo de la acción poética teatral, fue la llegada de las familias de aquellos obreros, 135 esposas, 220 niños, abuelos, hermanos; una tripulación aproximada de 907 personas en total.
“Cabe resaltar que la Intervención Poética Artística no es una réplica de la verdad ni la copia de lo sucedido. Como todo acto poético tiene sus licencias y lo que se trata de rescatar es el espíritu de aquel momento más que los hechos en sí mismos”, explicó Mauricio Flores al terminar la intervención artística en el muelle de la Armada.
Más de 50 actores pusieron en escena el desembarco de los italianos acontecido en los años 48’ y 49’. Entre los participantes se encontraban los pequeños del “Coro de niños del Fin del Mundo”, los adultos del Coro “Voces del Fuego”, algunos integrantes del taller de Tango del Centro Popular de Cultura y el equipo de actores de Lo-eventual.
El evento comenzó con la lectura de las palabras del mensaje enviado por el Cónsul General de Italia, Nicolás Bazzani, por parte de María Rosa Chinquini, alumna de Italiano en la SIU.
Los integrantes del Taller de Tango del Centro Popular de Cultura, a cargo del docente tallerista Sergio Garro bailaron “Poema”, interpretado por la Orquesta Romántica Milonguera y “Buonasera” por la Orquesta Andariega.
La cantante lírica Natalia Escobar interpretó “Non ti scordar di me” y “O sole mío”, dando paso a la narrativa sonora de “El desembarco”, en donde se cuenta de manera poética el contexto histórico, político y social de la partida de Italia y la llegada a Ushuaia.
Con la base sonora de la narración, los actores comenzaron la intervención teatral. Una larga columna de inmigrantes llevando sus valijas, atados de ropas y abrazados a sus hijos, bajaba hacia el muelle. Eran guiados por personajes atávicos que portaban una gran bandera italiana enlutada. Al llegar al barco, subieron los niños y los adultos se despojaban de sus mantos negros, del luto, del dolor, allá quedaba el sufrimiento y embarcaban ilusionados hacia el fin del mundo. Algunos actores se ubicaban para despedir a los que se iban, saludaban a la distancia. Cuando todos estaban ya en el interior de la cabina, Natalia comenzó a cantar “Va Pensiero” y luego de un breve tiempo los actores comenzaron a descender del barco, en tierra los esperaban sus familiares con un gran cartel que decía “Ben arrivati a casa”. Se reconocían a la distancia, se llamaban por sus nombres, hasta que llegó el instante del encuentro. El “Va Pensiero” había terminado y Daniel Piñero en guitarra, junto a Cesar Rodríguez en acordeón, desde la proa del barco comenzaron la introducción del tema “Vinimos de Italia” (autoría Mauricio Flores).
Todos cantaron abrazados y felices del encuentro, sacaron pañuelos blancos, rojos y verdes proclamando que eran “La Italianidad”.
La Italianidad, presente
Allí comenzó el momento más emotivo porque de los 220 niños que llegaron a Ushuaia en 1949, estaban presentes, allí en primera fila, contemplando toda la intervención: Luciano del Soto; Bruno Taverna; Enzo Cudiccio; María Luisa Spadoni; Eleonora Merolli; Claudio Fabiani; Laura Taverna; María Pontoni, Carlos Heninger y en nombre de Carmela Dillana su hija, María Eugenia Imaray.
Natalia Escobar los fue convocando uno por uno, y Tamara Stia, interpretando al ángel de cada niño que los cuidó en el viaje y los siguió cuidando a lo largo de sus vidas, les entregaba una foto de cuando ellos eran niños y los ubicaba frente a todo el grupo de inmigrantes y del coro de niños quienes, bajo la dirección de Carolina Urrets, interpretaron “Cielo y Mar” (autoría Mauricio Flores).
Todo tiene un final, se le permitió al público ingresar al espacio escénico, entonces amigos, familiares, todos participaron del cierre mientras sonaba “Quel mazzolin di Fiori”.
Todo tiene un final, la Asociación Italiana tuvo su celebración, la ciudad un acontecimiento único, los actores la experiencia de estar presentes en un hecho teatral ligado a lo ancestral en el hombre: “uno tiene que entender que el teatro es una herramienta emancipadora de transformación social… esta acción poética de los descendientes italianos junto a otras personas, que también tienen su propia historia de inmigrantes, ha sido una acción sanadora para nuestros abuelos, padres e hijos” remarcó Mauricio Flores y agradeció a la Asociación Italiana de Ushuaia por convocarlo una vez más y a quienes hicieron posible lo poético: “Natalia Escobar; Daniel Piñero; Cesar Rodríguez; Sergio Garro y la gente de su Taller de Tango del Centro Popular de Cultura; Carolina Urrets y el Coro de Niños del Fin del Mundo; Osvaldo Janco y el Coro Voces del Fuego y destacar al equipo de Lo-eventual: Cecilia Mariel Vaca; Daniel Badagniani; Matías Hinca; Carla García y Mora; Tamara Stia y Kuky Rey”.
Asimismo, agradeció a las instituciones que asistieron a la celebración y en especial a la Armada por permitir construir el relato alrededor de una nave histórica como es la nave Zurubí. FUENTE: Grupo independiente de Teatro lo-eventual. / PRODUCCIÓN: La Mirada.
Mauricio Flores, director de la intervención teatral, decía al grupo de personas que asumieron el rol de actores: “hoy no vinimos a entretener al público”. Asimismo, les remarcaba: “no venimos a hacer ‘como si’… ‘somos’ esos hombres, mujeres y niños que atravesaron el mar en busca de un sueño… no venimos a divertir a la gente… vinimos a realizar un acto sagrado de honrar a nuestros ancestros”.
El año pasado se había efectuado el festejo de los 75 años de los primeros italianos. Este año, el motivo de la acción poética teatral, fue la llegada de las familias de aquellos obreros, 135 esposas, 220 niños, abuelos, hermanos; una tripulación aproximada de 907 personas en total.
“Cabe resaltar que la Intervención Poética Artística no es una réplica de la verdad ni la copia de lo sucedido. Como todo acto poético tiene sus licencias y lo que se trata de rescatar es el espíritu de aquel momento más que los hechos en sí mismos”, explicó Mauricio Flores al terminar la intervención artística en el muelle de la Armada.
Más de 50 actores pusieron en escena el desembarco de los italianos acontecido en los años 48’ y 49’. Entre los participantes se encontraban los pequeños del “Coro de niños del Fin del Mundo”, los adultos del Coro “Voces del Fuego”, algunos integrantes del taller de Tango del Centro Popular de Cultura y el equipo de actores de Lo-eventual.
El evento comenzó con la lectura de las palabras del mensaje enviado por el Cónsul General de Italia, Nicolás Bazzani, por parte de María Rosa Chinquini, alumna de Italiano en la SIU.
Los integrantes del Taller de Tango del Centro Popular de Cultura, a cargo del docente tallerista Sergio Garro bailaron “Poema”, interpretado por la Orquesta Romántica Milonguera y “Buonasera” por la Orquesta Andariega.
La cantante lírica Natalia Escobar interpretó “Non ti scordar di me” y “O sole mío”, dando paso a la narrativa sonora de “El desembarco”, en donde se cuenta de manera poética el contexto histórico, político y social de la partida de Italia y la llegada a Ushuaia.
Con la base sonora de la narración, los actores comenzaron la intervención teatral. Una larga columna de inmigrantes llevando sus valijas, atados de ropas y abrazados a sus hijos, bajaba hacia el muelle. Eran guiados por personajes atávicos que portaban una gran bandera italiana enlutada. Al llegar al barco, subieron los niños y los adultos se despojaban de sus mantos negros, del luto, del dolor, allá quedaba el sufrimiento y embarcaban ilusionados hacia el fin del mundo. Algunos actores se ubicaban para despedir a los que se iban, saludaban a la distancia. Cuando todos estaban ya en el interior de la cabina, Natalia comenzó a cantar “Va Pensiero” y luego de un breve tiempo los actores comenzaron a descender del barco, en tierra los esperaban sus familiares con un gran cartel que decía “Ben arrivati a casa”. Se reconocían a la distancia, se llamaban por sus nombres, hasta que llegó el instante del encuentro. El “Va Pensiero” había terminado y Daniel Piñero en guitarra, junto a Cesar Rodríguez en acordeón, desde la proa del barco comenzaron la introducción del tema “Vinimos de Italia” (autoría Mauricio Flores).
Todos cantaron abrazados y felices del encuentro, sacaron pañuelos blancos, rojos y verdes proclamando que eran “La Italianidad”.
La Italianidad, presente
Allí comenzó el momento más emotivo porque de los 220 niños que llegaron a Ushuaia en 1949, estaban presentes, allí en primera fila, contemplando toda la intervención: Luciano del Soto; Bruno Taverna; Enzo Cudiccio; María Luisa Spadoni; Eleonora Merolli; Claudio Fabiani; Laura Taverna; María Pontoni, Carlos Heninger y en nombre de Carmela Dillana su hija, María Eugenia Imaray.
Natalia Escobar los fue convocando uno por uno, y Tamara Stia, interpretando al ángel de cada niño que los cuidó en el viaje y los siguió cuidando a lo largo de sus vidas, les entregaba una foto de cuando ellos eran niños y los ubicaba frente a todo el grupo de inmigrantes y del coro de niños quienes, bajo la dirección de Carolina Urrets, interpretaron “Cielo y Mar” (autoría Mauricio Flores).
Todo tiene un final, se le permitió al público ingresar al espacio escénico, entonces amigos, familiares, todos participaron del cierre mientras sonaba “Quel mazzolin di Fiori”.
Todo tiene un final, la Asociación Italiana tuvo su celebración, la ciudad un acontecimiento único, los actores la experiencia de estar presentes en un hecho teatral ligado a lo ancestral en el hombre: “uno tiene que entender que el teatro es una herramienta emancipadora de transformación social… esta acción poética de los descendientes italianos junto a otras personas, que también tienen su propia historia de inmigrantes, ha sido una acción sanadora para nuestros abuelos, padres e hijos” remarcó Mauricio Flores y agradeció a la Asociación Italiana de Ushuaia por convocarlo una vez más y a quienes hicieron posible lo poético: “Natalia Escobar; Daniel Piñero; Cesar Rodríguez; Sergio Garro y la gente de su Taller de Tango del Centro Popular de Cultura; Carolina Urrets y el Coro de Niños del Fin del Mundo; Osvaldo Janco y el Coro Voces del Fuego y destacar al equipo de Lo-eventual: Cecilia Mariel Vaca; Daniel Badagniani; Matías Hinca; Carla García y Mora; Tamara Stia y Kuky Rey”.
Asimismo, agradeció a las instituciones que asistieron a la celebración y en especial a la Armada por permitir construir el relato alrededor de una nave histórica como es la nave Zurubí. FUENTE: Grupo independiente de Teatro lo-eventual. / PRODUCCIÓN: La Mirada.